Esta entrevista la podemos encontrar en el libro WORLD GUIDE, donde se hace un recorrido por el mundo de Dragon Ball.
Si profundizas en la entrevista podrás descubrir cosas tan interesantes como por qué las peleas son casi siempre en desiertos, la razón por la cual Gokuh y Piccolo no deberían ser extraterrestres o cómo se inventó el nombre de la técnica Kame Hame Ha.
|
El cuarto volumen de las obras completas de Dragon Ball es una especie de guía mundial. Querríamos profundizar sobre la visión que tiene usted de este universo. Aunque el escenario en el que se desarrolla la mayor parte de la historia es la Tierra, es evidente que no se trata de nuestra Tierra.
Efectivamente. Todas las obras que he realizado las he situado en lugares y épocas indeterminados.Esto sucede desde mi primer trabajo: sé que Penguin Village está en alguna parte de la Tierra, pero no sé cuál. Igualmente, Cashman transcurre en la actualidad, pero no concreto el país.
¿A qué viene esa indeterminación?
Porque es más sencillo. Si sitúas la historia en un punto determinado y en la actualidad, tienes que documentarte antes de ponerte a dibujar. Hay que pensar en los edificios, en los vehículos, etc... Además, si te equivocas en algún detalle enseguida empiezas a recibir quejas.
¿Y no es más sencillo, como parece a primera vista, hacerse con esa información y copiar la realidad?
¿Eso parece? Pues no: de esta manera, además de evitarme el trabajo de documentación, tengo la libertad creativa total y puedo situar mi historia en cualquier parte.
¿Ni siquiera se documenta para las localizaciones?
Al principio, no. Pero con el tiempo he empezado a tomar como referencia cosas como los edificios chinos. Algunos diseños de Dr. Slump eran diferentes al principio; pero mi mujer viajó a China y se trajo un montón de fotos y postales que yo incorporé a mi serie. Más tarde quise dar más fuerza al lugar donde se celebraba el Gran Torneo de Artes Marciales. Antes de empezar a dibujar me fui con mi familia y mi ayudante a la isla de Bali. El resultado es que la isla Papaya, donde se celebra el Gran Torneo en la serie, es una versión modernizada de Bali, y utilicé como referencia fotos que tomé durante el viaje con esta finalidad. Pero fue un trabajo muy duro [Se ríe]
¿En qué otros paises se ha inspirado?
Más bien en pocos. Para el sitio donde se encuentra enterrada la nave de Babidi, me inspiré en una foto de África. Eran buenas fotos y daban una gran sensación de desolación, de modo que las dibujé con algunos retoques. Cuando en la segunda parte de esa saga el escenario se vuelve yermo, el contraste es tremendo.
Y a partir de esa aridez creó distintos paisajes.
Efectivamente. El paisaje iba cambiando: primero era rocoso, y luego montañoso. Creo que fue buena idea: tenían que ser lugares deferenciados, pero a la vez debían tener elementos comunes.
Los parajes desiertos aparecen mucho a lo largo de la saga.
Sería terrible que Gokuh y los demás pelearan en la ciudad. Habría que dibujar a sus habitantes, los edificios desplomándose... Por eso hago que Gokuh y compañía peleen en lugares desiertos. [Se ríe]. Además, salen volando. Todos los compañeros de Gokuh conocen la técnica de vuelo y pueden surcar el cielo. Asi es más fácil hacer avanzar la trama.
¿Qué quiere decir con eso?
Que enseguida todos van volando a donde quieren llegar. Hace que la historia en si cobre mayor importancia, y le imprime un ritmo más rápido. Además me permite mostrar un plano del escenario a vista de pájaro. Al principio, para conseguirlo, tenía que utilizar escenas con la nube Kinton y, más tarde, utilicé aviones y otros vehículos voladores.
Y la técnica de teletransportación fue el último extremo de esto.
No del todo. Gokuh la utiliza para ir al planeta de Kaioh y al Nuevo Namekku, pero también en medio del combate, lo que le da más variedad a los golpes.
¿Se hace difícil idear nuevos combates?
Mucho. No te puedes repetir. Al principio, cuando Gokuh era pequeño, era más fácil, pero a medida que se van escalando niveles hay que estrujarse la cabeza y pensar en nuevas técnicas. Sin embargo me divertí mucho con la batalla entre el monstruo Boo y Gotenks. Ideé varias técnicas francamente extravagantes para la serie [Se ríe]
¿Cómo decide qué nombre ponerle a las técnicas?
En realidad, no me gusta mucho eso de ponerles nombre. Tanto si se trata de peleas a muerte como si no, sería imposible darle nombre a cada golpe. En la realidad, te vencerían mientras gritas. [Se ríe] Pero en la redacción insistieron en que así sería mejor. Fue mi mujer al que bautizó la onda Kame Hame Ha. La técnica de Kame Sennin es una especie de onda [ha, en japones]... Ella me decía una y otra vez: "¿No te gusta Kame Hame Ha?" ¡Era absurdo! Pero encajaba a la perfección con la personalidad de Kame Sennin. A partir de entonces puse yo todos los nombres de las técnicas, e intenté que encajaran con la personalidad de los personajes [Se ríe]. Para Vegeta, sencillas palabras en inglés [Final Flash, Big Bang Attack, etc...]. Para Piccolo, ásperos kanjis [Makanko Sappo, etc...].
Hablando de Piccolo, ¿habías ideado desde el principio lo de los namekianos y los extraterrestres en general?
Rotundamente, no. [Se ríe] ¡Ni siquiera había pensado en los Saiyajins! Cuando le puse cola a Gokuh o cuando hice que se transformara en un mono gigante, no se me había ocurrido que podía ser extraterrestre. Tampoco en el caso de Piccolo, que apareció al principio como la contrapartida de Kami Samma. Intenté dar coherencia al asunto a posteriori. Por ejemplo, el Gran Anciano de Namekku se sienta en una silla muy parecida a la que utiliza Piccolo Daimaoh cuando aparece por primera vez. Es casi igual excepto por la calavera.
Si, ahora que lo dice son casi idénticas.
Pensé que cuando la acción llegara a Namekku nadie se acordaría de Piccolo Daimaoh, así que ¿por qué no utilizar la misma silla? Rediseñé la que había dibujado para Piccolo Daimaoh y les di a los edificios y naves espaciales de Namekku un aire similar. Se dice que en el manga juvenil no se cuidan nada los ambientes extraterrestres, de modo que con Namekku decidí hacer un esfuerzo.
Además de la Tierra y Namekku, el Más Allá también ha sido excenario de la serie. ¿Cómo se imaginó el Más Allá?
Al principio me imaginaba que tendría el ambiente de los templos religiosos, pero como quería darle un aire misterioso, se me ocurrió hacer algo diferente y modernizarlo, e hice que el Rey Emma y sus demonios se vistieran como funcionarios. Del mapa [incluido en el libro] se desprende que hay que ir al aeropuerto y coger un avión para llegar al paraíso. En esta última versión del mapa del universo se incluye por primera vez el mundo de los Kaioh-Shins. En realidad no hice el mapa coherente hasta que acabé la serie. [Se ríe] Yo pienso siempre que primero en las historias y luego hago un mundo coherente con ellas. Supongo que otros dibujantes crean primero el universo y luego las historias, pero yo ya tenía muchas historias en la cabeza [Se ríe].
Otras personas intentan hacer las cosas con coherencia pero casi nunca lo consiguen. Hoy hemos penetrado un poco más en la mente del maestro Toriyama. ¡Muchas gracias por todo!
24 de Julio de 1995